1808. Los franceses invaden Cataluña y comienza una guerra que durará seis años. En Besalú, Josep Pujol de Can Boquica, un joven arriero que conoce todos los caminos de las comarcas fronterizas, se pone al frente de una guerrilla contra la invasión napoleónica. Pero el hambre y la decepción con los dirigentes patriotas lo impulsan a convertir su grupo en una banda de miquelets, los milicianos partidarios de los franceses. Con fama de bandido sanguinario, en Boquica entonces pasa a ser un «caragirat», literalmente un renegado o traidor. Un traidor peculiar. En ambos bandos tiene un número creciente de enemigos, hasta el punto de que alguien contrata a un mercenario para eliminarlo.